Como ya os hemos contado en otra entrada, el Día Internacional de la Mujer es una fecha que se celebra en
muchos países del mundo.
Pero este 2016 todavía hay poco que celebrar, y mucho que reclamar, se lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz, el desarrollo, el fin de la discriminación, que se erradiquen las violencias machistas, que se alcance la igualdad salarial y la libre elcción.
Aunque las mujeres de todos los continentes, muchas separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas,
lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar
su día en la lucha de siglos de la mujer por participar en la sociedad en pie de
igualdad con el hombre.
Una lucha de siglos, efectivamente: en la antigua Grecia, Lisístrata empezó una
huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la
Revolución Francesa, las parisienses que pedían "
libertad, igualdad y
fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el derecho al voto.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo
XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y
turbulencia, un gran crecimiento de la población e ideologías
radicales.
La
Carta de las Naciones Unidas, firmada en 1945, fue el primer acuerdo
internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y
hombres. Desde entonces, la ONU ha ayudado a crear un legado histórico
de estrategias, normas, programas y objetivos acordados
internacionalmente para mejorar la condición de las mujeres en todo el
mundo.
Con los años, la ONU y sus organismos técnicos han promovido la
participación de las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres para lograr un desarrollo sostenible, la paz, la seguridad y el pleno
respeto de los derechos humanos.
El empoderamiento de la mujer sigue
siendo un elemento central de los esfuerzos de la ONU y también de la Unión Europea para
hacer frente a los desafíos sociales, económicos y políticos en todo el
mundo.